sábado, 5 de diciembre de 2015

Ayuda urgente para Siria

A veces parece que el mundo se desangra. Es necesario hacerle un torniquete pero también hay que cerrar las heridas, pero además es necesario prevenir nuevas heridas. Actualmente, el mundo tiene una importante herida que es Siria. Y esta es una herida que hay que curar. Pero para curarla hay que realizar una operación con una precisión de cirujano, nunca mejor dicho.

En Siria existe un conflicto derivado desde la primavera árabe de 2010, cuando las protestas pacíficas en contra del gobierno de Bashar al-Asad fueron duramente reprimidas. Estas desembocaron en enfrentamientos y éstos en la “guerra civil” actual. Hasta este momento la comunidad internacional podría haber optado por favorecer el diálogo entre ambas partes para solucionar el conflicto mediante unas nuevas elecciones. Sin embargo se optó por la división, así el bloque Ruso-Iraní (Bloque del Este) apoya el régimen de Asad (Socialista y Chiita) mientras que el bloque Estadounidense-Saudí-Turco (Bloque del Occidental) apoya a los rebeldes moderados (Sunitas), una posición minoritaria dentro de la oposición contra Asad.

A partir de 2012, entra también en este conflicto el Frente Al-Nusra o Al-Qaeda en Siria. La situación empeoró aún más a partir de 2013, cuando las milicias del Daesh aprovechando la anarquía para expandir sus dominios se unieron a la rebelión contra el presidente sirio. Actualmente el Daesh domina la mayor parte del territorio sirio, incluidas las reservas de petróleo y gas, y es por lo tanto la mayor oposición al régimen de Asad.

Además en este conflicto también están interviniendo otros grupos desde las fronteras de Turquía y Líbano: los kurdos que luchan principalmente contra el Daesh y Hezbolá que apoya al gobierno sirio.
Ante esta situación se presenta varios problemas:
- ¿Debe intervenir militarmente en Siria una coalición internacional? 
- Si es que sí: ¿Por qué? ¿Es legal? ¿Qué posición debería tomar? ¿Tendría que acordarse una tregua antes? ¿Por quién estaría formada? ¿Cómo debería actuar?

Sí, en Siria debe actuar militarmente una coalición internacional.

Porque ya no es tan solo una guerra civil, la cual se podría haber solucionado diplomáticamente si la comunidad internacional hubiese optado por favorecer el diálogo entre ambas partes y lograr un acuerdo de paz, sino que es un conflicto internacional, que ha provocado la intervención de grupos terroristas y que está generando un éxodo de más de 3 millones de personas: problemas que nos implican a todos. Hay que actuar porque como decía el otro día el premier británico David Cameron “los riesgos de la inacción son mayores que los de la acción”.

La intervención militar no es legal aún. El primer texto del Consejo [de Seguridad de la ONU] aprobado específicamente contra este grupo terrorista [ISIS]. […] no invoca el capítulo 7 de la Carta de Naciones Unidas, que es el que daría base legal para el uso de la fuerza. Por tanto la coalición internacional debe esperar a que la ONU dé luz verde la intervención militar.1

En principio, la coalición debería tomar una posición neutral respecto a la guerra civil, pues no está muy clara la justificación de la misma por parte de los rebeldes y el gobierno de Asad cuenta con la legitimidad, centrándose exclusivamente en los grupos terroristas (Daesh y Al-Nursa) como defiende la ONU. Solo de esta manera podrán participar en la coalición los bloques Ruso-Iraní que apoya el régimen de Asad y Estadounidense-Saudí-Turco que apoya a los rebeldes moderados. Por lo tanto manteniendo esta postura neutral, el primer objetivo de estos dos bloques debería ser lograr una tregua entre los dos bandos enfrentados, a los cuales cada bloque apoya: el gobierno y los rebeldes moderados, para facilitar la intervención militar contra los grupos terroristas, es decir, el enemigo común.

Esta coalición internacional debería estar formada por todos los países que desean sumarse a ella y debería estar liderada por la ONU, que debería asegurarse, además, del cumplimiento del alto al fuego.

Actuación: La intervención militar contra los grupos terroristas ha de ser lo más rápida y precisa posible actuando contra las bases militares y contra sus fuentes de financiación. Como afirmaba David Cameron la intervención no puede esperar a la transición política, que se deberá realizar tras la actuación militar para mantener así las estructuras del Estado y no generar un caos mayor. Así, tras la actuación internacional contra el terrorismo se podría proceder a intentar lograr ese acuerdo político y de paz entre el gobierno y los rebeldes moderados. El primer ministro británico seguía su discurso agregando que la intervención no tiene que ser solo militar sino política, diplomática y humanitaria, para evitar problemas futuros y solucionar los actuales.

En conclusión como concluía un parlamentario británico el debate de 10 horas, con mucha tensión y con una votación final (con libertad de voto en el partido laborista), celebrado el otro día en la Cámara de los Comunes (¿veríamos algo similar en el Congreso de los diputados?) sobre la intervención militar del Reino Unido en Siria: “Esta no es una guerra que hayamos elegido el ISIS ha elegido por nosotros” y nosotros debemos defendernos los unos a los otros.

1La ONU llama a combatir al ISIS “con todas las medidas necesarias”, El País

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